Psique es una palabra griega que en alemán se traduce alma, por lo que decir "tratamiento psíquico" es equivalente a decir "tratamiento del alma". Podría creerse que se trata del tratamiento de los fenómenos patológicos de la vida anímica, pero en realidad, se trata más bien del tratamiento de las perturbaciones anímicas o corporales a partir de la utilización de "recursos" que de manera primaria e inmediata influyen sobre lo anímico. Un recurso de ésta índole es sobre todo la "palabra" y por ello, las palabras son el instrumento esencial del tratamiento anímico.
Ahora bien, existe una relación recíproca entre lo corporal y
lo anímico, es decir, que no solo perturbaciones corporales influyen sobre el
estado anímico, sino que a su vez, la vida psíquica posee su autonomía e
influye sobre el cuerpo, de forma tal que afecciones de apariencia puramente
físicas (dolores de cabeza, cansancio, trastornos digestivos, insomnio, etc.)
pueden encontrarse bajo el influjo de irritaciones, emociones, preocupaciones.
Por lo tanto, algunos padecimientos físicos no encuentran un origen orgánico, sino que provienen de un influjo alterado de la vida anímica sobre el cuerpo.
Ante estas afecciones, las palabras no solo son mediadores para provocar alteraciones anímicas en aquel a quien van dirigidas, sino que a su vez, son un recurso eficaz para eliminar fenómenos patológicos que tienen su raíz en estados anímicos.
(Extraído del texto de Freud S., 1890,
"Tratamiento psíquico, tratamiento del alma", Tomo I, Amorrortu
Editores)
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